Irregularidades en el cumplimiento de la normativa europea
Nuestra intención es explicar y exponer diversas irregularidades que hemos observado por parte del matadero que se muestra en el vídeo en el cumplimiento de la normativa recogida en el Reglamento (CE) Nº 1/2005, Reglamento (CE)
nº 1099/2009 del Consejo de 24 de septiembre de 2009, relativo a la protección de los animales en el momento de la matanza, el Real Decreto 37/2014 de 24 de enero, por el que se regulan aspectos relativos a la protección de los animales en el momento de la matanza y Reglamento (CE) Nº 854/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, por el que se establecen normas específicas para la organización de controles oficiales de los productos de origen animal destinados al consumo humano.
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SITUACIÓN ANTE MORTEM
Exponemos algunas de las irregularidades previas a la entrada del animal a la línea de matanza:
La normativa expone que antes del aturdimiento se mantenga a los animales sin comprometer su condición fisiológica y donde se pueda realizar eficazmente la inspección ante-mortem. Los animales deben estar adecuadamente descansados, no hacinados y protegidos del clima. Cuando el animal es movido del corral al área de aturdimiento, este proceso debería producir un estrés mínimo al animal.
Los animales que enfermen o se lesionen durante el transporte deberán ser separados del resto y recibir primeros auxilios cuanto antes. Deberán recibir una atención veterinaria adecuada y, si fuera necesario, se procederá a su sacrificio de urgencia in situ, de modo que se le evite todo sufrimiento innecesario.
En el vídeo se muestra el hacinamiento de los corderos dentro del corral donde esperan a entrar a la línea de matanza. Debido a este hacinamiento, un cordero queda atrapado en el portón del corral sin apenas poder moverse. Además, se puede ver cómo un trabajador mueve algunos corderos lanzándolos por el aire, dándoles patadas o abofeteándolos, creándoles un estrés y sufrimiento innecesario.
Se puede observar cómo los corderos que se encuentran en el corral -aparentemente enfermos o heridos, que no pueden sostenerse o moverse por sí solos- son arrastrados a otra zona, cuando la normativa específica dice que han de ser sacrificados in situ por un veterinario oficial para evitar y prolongar el sufrimiento del animal.
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ATURDIMIENTO Y MUERTE
Exponemos algunas de las irregularidades durante el aturdimiento y el proceso de muerte del animal:
Los animales que se sacrifican con fines alimentarios, por razones éticas deben ser insensibilizados antes de proceder a su muerte. Por este motivo se han regulado distintos procedimientos, entre ellos el aturdimiento, método que es utilizado en este matadero.
Los animales deben ser aturdidos para su insensibilización antes del sacrificio y, según indica AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición), el intervalo máximo entre aturdimiento y sangrado no debe ser superior a 15 segundos, si bien la duración de la inconsciencia en ovinos por aturdimiento eléctrico en la cabeza (el caso de este matadero) es de 28 segundos.
Los animales deben desangrarse tan pronto como sea posible después del aturdimiento, especialmente si los métodos utilizados permiten la recuperación, como es este caso.
El control del aturdimiento es esencial para garantizar que el animal no presenta ningún signo de consciencia entre el aturdimiento y la muerte, ya que conforme al Reglamento (CE) nº 1099/2009: en el momento de la sección del cuello,
los animales deben de estar inconscientes y permanecer así hasta que ocurra la muerte por desangrado.
Un modo de cumplir con estos requisitos sería evaluando el estado de consciencia/sensibilidad e inconsciencia/insensibilidad de los animales en las tres fases:
- Inmediatamente después del aturdido.
- En el momento de la incisión.
- Durante el desangrado. Todo animal en el que se detecte algún signo de sensibilidad deberá ser aturdido de nuevo.
La normativa y las indicaciones sobre el aturdimiento y su proceder es claro. Se ha grabado cómo un trabajador presuntamente finge aturdir algunos corderos y cómo pasan estos completamente conscientes a la línea de degüello.
Se especifica en la normativa europea que el tiempo máximo que ha de pasar entre el aturdimiento del animal y su muerte sea de 15 segundos, pero otra de las irregularidades que se ha registrado es cómo un operario habla por el teléfono móvil un minuto y cuatro segundos mientras un cordero sin aturdir está esperando colgado de una pata o, en ocasiones, la falta de supervisión en la línea de maquinaria hace que el ritmo de esta falle y, de nuevo, no se cumpla el tiempo estipulado entre el aturdimiento y la muerte del animal.
SEGURIDAD ALIMENTARIA
En base al Reglamento (CE) 1/2005, el animal será apto para el sacrificio con destino al consumo humano cuando tras la inspección ante-mortem se compruebe que los animales están limpios, secos, reposados, sin excitación ni fatiga y que no tienen signos de enfermedades que los hagan inadecuados para el consumo humano. Si el animal, durante la inspección ante mortem, resulta sospechoso de padecer enfermedades que pueden dar carnes inadecuadas para el consumo humano, se sacrificará por separado, en condiciones que eviten la contaminación de otros animales o canales.
El dictamen será NO APTO para el sacrificio con destino a consumo humano cuando en la inspección ante mortem se compruebe que:
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- El animal está afectado por enfermedades graves transmisibles al hombre o a los animales por manipulación o ingestión de carne.
- El animal presenta signos clínicos de enfermedad sistémica o emaciación severa.
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Los animales que enfermen o se lesiones durante el transporte deberán ser separados del resto y recibir primeros auxilios cuanto antes. Deberán recibir una atención veterinaria adecuada y, si fuera necesario, se procederá a su sacrificio de urgencia in situ. Si dicho sacrificio se realiza sin la supervisión del SVO (Servicio Veterinario Oficial) del matadero, tanto la canal como sus vísceras se declararán no aptas para el consumo humano.
*En las grabaciones no se detectó ni se identificó a ningún veterinario oficial.